EFE
- Hayao Miyazaki ha hablado sobre la muerte de Takahata en una ceremonia homenaje.
- Habló sobre su amigo entre largas pausas y con los ojos llenos de lágrimas.
El director de cine japonés Hayao Miyazaki siente que le queda «poco tiempo», según afirmó en un emotivo acto de homenaje a su amigo y cofundador de Studio Ghibli, Isao Takahata, fallecido el pasado 5 de abril a los 82 años.
«Siempre pensé que Takahata iba a vivir hasta los 95 años y cuando murió me quedé muy impresionado, ya que me di cuenta de que también a mí me queda poco tiempo», señaló durante la ceremonia de despedida del que fue su mentor, celebrada en el Museo Ghibli de Mitaka (oeste de Tokio).
Miyazaki hizo estas declaraciones ante medio centenar de periodistas, así como 1.200 asistentes, entre amigos, familiares, directores, actores de doblaje y productores, que acudieron al acto para dar su último adiós a Takahata, padre de clásicos como La tumba de las luciérnagas (1988).
«Le conocí en 1963 mientras estaba esperando el autobús: él tenía 27 años y yo apenas 22, me pareció una persona muy interesante e inteligente. Lo recuerdo como si fuera ayer», detalló el afamado realizador japonés, entre largas pausas y con los ojos llenos de lágrimas.
Juntos fundaron en 1985 Studio Ghibli, el estudio de animación más respetado de Japón, y conocido por éxitos de Miyazaki como El viaje de Chihiro (2001), ganadora del Oscar a mejor cinta de animación.
Miyazaki, quien rara vez comparece ante los medios, no había querido pronunciarse sobre la muerte de Takahata hasta ahora y rechazó también responder a cualquier pregunta tras la ceremonia.
Durante el acto, que duró algo menos de una hora, varios compañeros de profesión, así como algunas de las caras más conocidas del Studio Ghibli, quisieron recordar los momentos que compartieron con Takahata, así como su «gran respeto a la realidad» y su «perseverancia».
El compositor nipón Joe Hisaishi, responsable de la banda sonora de la mayoría de las películas de Ghibli, también declaró su «admiración» hacia Takahata y dijo que gracias a él y a Miyazaki se dio a conocer. Fue precisamente la canción Inochi no kioku (Recuerdos de una vida), compuesta por Hisaishi para la última película de Takahata, la elegida por los organizadores para rendir homenaje al realizador, un tema que habla sobre la pérdida de una persona querida.
La sala para la ceremonia se decoró con flores silvestres en tonos cálidos ya que, según explicó Miyazaki, «quería evitar que pareciera un funeral».
El último filme de Takahata como productor fue La tortuga roja (Red turtle, 2016), el primero de Studio Ghibli dirigido por un realizador no japonés. Desde entonces, Takahata redujo sus actividades en la productora sin llegar a anunciar que se retiraba, como sí hizo Miyazaki a finales de 2013, aunque el realizador desveló el año pasado que volvería a dirigir una película de animación.
«Nunca me olvidaré de ese día en el que Takahata se acercó a la parada de autobús y nos conocimos. Estará conmigo toda la vida», concluyó Miyazaki.