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- Justin y Rennee fueron abandonados en Corea en 1984 y adoptados por diferentes familias en Estados Unidos.
En 1984, dos hermanos, un niño y una niña de dos y cuatro años de edad, fueron abandonados en Seúl, capital de Corea del Sur. Poco después fueron adoptados por dos familias estadounidenses. El niño, que pasó a llamarse Justin Kragt, se trasladó a Salem, Oregón. La niña, de nombre Renee Alanko, empezó una nueva vida en Marin County, California, a unos 965 kilómetros. Ninguno sabía de la existencia del otro. Pero ahora, el ADN los ha vuelto a unir.
Renee se hizo un test de ADN con 23andMe, una compañía que analiza el rastro genético en busca de enfermedades… y familiares. De hecho, Renee acudió a esta empresa porque quería ser madre y quería comprobar si había alguna enfermedad hereditaria en ella. Curiosamente, hace 10 años ella había viajado a Corea del Sur en busca de su familia biológica, pero sin éxito.
Cuando Renee recibió los resultados de su test de ADN, descubrió una sorpresa mayúscula: tenía un hermano en Salem, Oregón. En efecto, Justin se había hecho el test en 2014 en busca de algún familiar.
La pasada semana, Renee viajó a Oregon para conocer en persona a Justin, precisamente el día de su cumpleaños. Según relata el diario The Oregonian, su reacción al verse fue abrazarse entre lágrimas.
Tras este reencuentro, los hermanos están planeando pasar más tiempo juntos y Justin va a pasar las Navidades con su hermana Renee en California.