CARLES RULL
- El 4 de octubre se estrenó en los cines norteamericanos el título que crearía el concepto de cine zombi actual.
- Lo dirigió George A. Romero con un presupuesto bajísimo y un grupo de amigos y actores no profesionales.
Octubre de 1968. En el cine Fulton Theater de Pittsburgh, Pensilvania, centenares de personas hacen cola para entrar a ver la gran sensación del momento, una película de terror en blanco y negro. Los espectadores saldrán impresionados y el boca a oreja no puede ser más positivo, se lo han pasado de miedo y la recomiendan. Trata de cadáveres que han vuelto a la vida, desfigurados y putrefactos, y se comen a los vivos.
Seres que podrían ser tus amigos o familiares transformados en caníbales que avanzan a paso lento, con movimientos torpes pero implacables, famélicos de carne humana. Era La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead) dirigida por un desconocido, George A. Romero, y rodada y producida entre compañeros e intérpretes casi todos no profesionales y con un presupuesto irrisorio.
Un vacío en las normas de legislación por edades permitía incluso el acceso a las salas a los menores de edad y, como si se tratara de una pandemia, la expectación por verla se propagó rápidamente a través del resto de cines de Estados Unidos. Sin proponérselo, George A. Romero y sus colegas habían inaugurado la época del cine de terror moderno, más explícito en cuanto a imágenes y, sobre todo, la gran etapa para el subgénero zombi que aún se mantiene en la actualidad.
Aunque la palabra «zombi» ni se cita en la película ni estaba en la mente de sus creadores. Más bien se referían a ellos como «Ghouls» (almas) y se inspiraron en la novela Soy Leyenda de Richard Matheson, en un mundo posapocalíptico en la que los prácticamente todos los supervivientes se han convertido en vampiros, o en películas de terror sobre invasiones alienígenas.
La noche de los muertos vivientes recaudó más de 30 millones de dólares en su momento en todo el mundo. Más de 200 veces lo que costó, solo unos 114.000 dólares. Sin embargo, George A. Romero no llegó a embolsarse demasiados beneficios.
Un error con los derechos de autor al no colocar el distintivo de Copyright cuando cambiaron de título, del previsto de Night of the Flesh Eaters a Night of the Living Dead, permitió que nadie debiera pagar por sus derechos de exhibición. Los cines no tenían que adeudar nada a sus creadores, pero ello también favoreció a que la película tuviera más difusión contribuyendo a cimentar su leyenda.
A partir de los setenta el género de terror se volvería más descarnado, más salvaje y primigenio con títulos como La matanza de Texas (1974), y el subgénero de zombis o caníbales triunfaría especialmente con producciones procedentes de Italia tipo Nueva York bajo el terror de los zombies (1979) o Holocausto caníbal (1980).
Sin quererlo, George A. Romero y su equipo crearon escuela. Antes los zombis eran esclavos, víctimas del vudú o la magia negra en las leyendas de Tahití. Criaturas sin voluntad ni consciencia propia siguiendo los dictados de un hechicero. Eran historias como las de La Legión de los hombres sin alma (1932), Los muertos andan (1936) o el clásico de Jacques Torneur Yo anduve con un zombie (1943).
Además de Los Crazies (1973), vinculada temáticamente, George A. Romero realizaría cinco películas más con muertos andantes de las que Zombi (1978) está considerada como su obra maestra. En 2004 Zack Snyder estrenó un notable remake, Amanecer de los muertos, y mediante su título original de Dawn of the Dead fue homenajeada en la conocida comedia británica de 2004 Shaun of the Dead (traducida aquí como Zombies Party).
El virus zombi se había originado el 1 de octubre a Pittsburgh, y el día 4 a más salas norteamericanas, en su recorrido por horrorizar a un público en búsqueda de emociones fuertes. Y le bastó con recurrir a entrañas de oveja y jamón asado para simular toda la casquería y a sirope de chocolate en lugar de sangre. Del original, el maestro en efectos de maquillaje Tom Savini hizo una nueva versión en 1990, en color y con solo unos ligeros retoques en el argumento.
Cinco estupendas películas recientes infectadas por el virus zombi
Ana y el apocalipsis. El subgénero zombi está dando variantes y combinaciones para todos los gustos, desde la comedia al wéstern, pero faltaba un musical. Para remediarlo llegó esta propuesta escocesa en la que la protagonista (Ella Hunt) y su reducido grupo de amigos recurrirán a la música y canciones para sobrevivir a una pandemia de muertos vivientes que azota su pequeña localidad, y además durante la Navidad. Estreno previsto en España: 14 de diciembre.
Cargo. Desde Australia, la pareja de directores formada por Ben Howling y Yolanda Ramke decidieron convertir su corto de 2013 en un largometraje con Martin Freeman como protagonista. La historia relata el desesperado intento de un padre para poner a salvo a su hija, tan solo una bebé, antes de que él mismo se transforme en un zombi. En su país se estrenó en cines, en el resto del mundo a través de Netflix el pasado mes de mayo.
Tren a Busan. Fue todo un bombazo comercial en su país, Corea del Sur, centrando la mayor parte de la acción a bordo de un tren con trayecto de Seúl a Busan, con vagones y estaciones plagadas de feroces infectados. Muy entretenida y efectiva, ha sido de las películas más aplaudidas en los últimos años entre los fans del género. Dirigida por Yeon Sang-ho también tuvo que conformarse en España con un estreno limitado en cines, en enero de 2017.
Melanie, the Girl with All the Gifts. Más «hambrientos» en una producción británica que ofrece curiosas novedades argumentales, como especular con una nueva generación de niños cruce entre humanos y zombis. Su reparto incluye a Gemma Arterton y Glenn Close, pero la que se llevó un premio, a la mejor actriz en el Festival de Sitges de 2016, fue la joven Sennia Nanua de tan solo 12 años. Entre nosotros también tuvo estreno, en un número muy limitado de salas, a principios de febrero del pasado año.
I Am a Hero. El manga de Kengo Hanazawa tuvo una más que digna y divertida adaptación, a cargo del director japonés Shinsuke Sato, y con un gris dibujante de cómics como personaje principal. Entre su galería de zombis memorables nada menos que un atleta campeón de saltos. Otro título con estreno limitado en nuestras salas, en marzo de 2017, y a pocos días de lanzarse en DVD y Blu-ray.
(Imágenes, de arriba a abajo: ‘La noche de los muertos vivientes’ de George A. Romero, ‘Ana y el apocalipsis’ ®Segarra Films y ‘Tren a Busan’ ®Karma Films)