MELISA TUYA / MARÍA TORO
- Casi un 60% de los usuarios de Netflix disfruta de contenido así cada mes y la compañía tiene al menos trece producciones en marcha para ellos.
- Hablamos con Melissa Cobbs, vicepresidenta de Netflix y responsable de la programación infantil y familiar: «Queremos que los padres se sientan seguros».
Los niños son grandes consumidores de contenidos audiovisuales. Es una realidad incontestable, más allá de lógicos debates sobre el tiempo que deben dedicar a las pantallas y sobre la necesidad de controlar el tipo de mensajes a los que están expuestos.
Es también innegable que el modo en el que consumimos esos contenidos, tanto niños como adultos, ha cambiado mucho en muy poco tiempo. Pareciera que empresas como Netflix llevan con nosotros un buen número de años, pero lo cierto es que esa compañía en concreto aterrizó en España de cara a la Navidad de 2015. Apenas hace tres años. A día de hoy está en 190 países con 130 millones de suscriptores de pago.
Ver lo que deseas cuando lo deseas sin interrupciones publicitarias es apetecible para cualquiera, pero en los niños esa ausencia de publicidad y sujeción a horarios rígidos – algo que aún levanta ampollas respecto a determinados programas de las televisiones convencionales sujetas al tardío prime time español – es especialmente atractivo. Igual que lo es contar con entornos seguros para la infancia, provistos de controles parentales y en los que no hay cabida para títulos de adultos.
Las series de Netflix que más titulares suelen acaparar en los medios, tal vez no sean aquellas dirigidas a un público más infantil, pero parece obvio que es un tipo de contenido que resulta de vital importancia para la compañía californiana a poco que se preste algo de atención. No sería de extrañar que las series infantiles se encontrasen entre los programas más vistos. Imposible saberlo, porque si por algo se caracteriza esta plataforma de streaming es por su oscurantismo a la hora de facilitar números, ya sea de audiencia o de inversiones. «No somos grandes aficionados a dar números», reconoce a 20minutos Melissa Cobb, vicepresidenta de Netflix y responsable de la programación infantil y familiar.
No obstante, la empresa aseguraba en noviembre en un comunicado de prensa en el que anunciaban varios de sus próximos títulos para este mercado, que «casi un 60% de los usuarios de la plataforma a nivel mundial disfruta de contenido infantil y familiar cada mes».
Fue en septiembre de 2017 cuando Netflix fichó a Melissa Cobb, todo un peso pesado, una veterana de la industria de la animación procedente de Dreamworks que llegó con el encargo de adquirir e impulsar la creación de producciones de calidad. No parece casual que poco antes Disney, el gigante por excelencia en lo que respecta a la creación de contenido infantil y familiar que tiene bajo su techo también a Marvel, Pixar y Lucasfilm, hubiera anunciado la creación de su propia plataforma de streaming y, por tanto, su ruptura con Netflix y con otras plataformas que también ofrecían sus series y películas.
Apenas ha pasado año y medio, pero en los últimos tiempos se han sucedido los anuncios por parte de Netflix que apuntalan la idea del enorme valor estratégico que tienen estos contenidos. A finales de noviembre supimos que en 2019 comenzarán a producir una serie de animación inspirada en el universo de Roald Dahl (Charlie y la fábrica de chocolate, Matilda, etc.) que pretende ser la primera de varias.
Poco antes habían dado a conocer seis proyectos que se suman a otros seis que ya se sabían en marcha y uno más que añadieron hace poco. En total son trece las producciones que sabemos verán la luz entre 2019 y 2022: Escape from Hat (2022), del nominado al Oscar Mark Osborne (Kung fu Panda y El Principito); Maya and the three (2021), miniserie del director de El árbol de la vida Jorge Gutiérrez; My father’s dragon (2021), largometraje de animación 2D de la mano de Nora Tworney que viene de trabajar en las aplaudidas El secreto del libro de Kells y El pan de la guerra; Go! Go! Cory Carson (2019), una serie basada en los juguetes de VTech; las series Kid Cosmic y Trash Truck (2020); las películas de animación por ordenador The Willoughbys (2020) de Lluvia de albóndigas 2 Kris Pearn y Jacob and the sea beast (2022), dirigida por el ganador de un Oscar Chris Williams, guionista de Vaiana, Bolt, Big Hero 6 o Mulan; la serie Mighty Little Bheem (2019), producida en la India; la aventura musical animada Over the Moon (2020); el largometraje Wendell & Wind del director de Pesadilla ante de Navidad o Los mundos de Coraline; Pinocchio (2021), el primer largometraje animado de Guillermo del Toro; y Klaus (2019), una película de animación 2D de Sergio Pablos (Gru, mi villano favorito).
Precisamente Klaus, que Sergio Pablos va a hacer realidad en los nuevos estudios de la compañía en Madrid, es el título que Cobb elige cuando se le pide que destaque alguno: «es un reconocido y respetado animador, un gran contador de historias con su propia imaginería que ha reunido ideas sobre cómo empezó esa tradición y está creando una forma innovadora de aportar magia a la película, de animación tradicional». ¿Llegarán antes a los cines? ¿Después? ¿Nunca? No lo sabemos, la directiva de Netflix no comparte los planes que haya al respecto.
Se constata rápidamente que Netflix ha estado fichando todo tipo de nombres, desde veteranos gigantes de la industria de la animación, hasta prometedores y jóvenes talentos, pasando por grandes nombres que se adentran por vez primera en territorio infantil. Y aquellos que han hablado con los medios sobre sus proyectos en Netflix, como Jorge Gutiérrez o Craig McCracker en Variety, destacan siempre la libertad creativa de la que disponen. «La única línea roja que tenemos es estar de acuerdo desde el principio», explica Melissa Cobb, «cuando hay una historia que queremos contar, nuestro trabajo a partir de ahí es apoyar a ese creador en todo su proceso creativo. Nos gusta considerarnos defensores de los creadores».
‘Maya and the three’ cuenta la aventuras de una princesa guerrera buscando luchadores legendarios.
2018 tampoco ha sido parco en lanzamientos infantiles, como el salto del papel a la pantalla de la maravillosa niña de pelo azul Hilda ideada por Luke Pearson; El príncipe dragón, del guionista de Avatar y Futurama Aaron Ehasz; una nueva versión de She-ra y las princesas del poder o la serie Motown Magic, que reúne 52 versiones de los clásicos de esa época de la música. A poco que se busquen los hashtags con los títulos en redes sociales, se puede ver que gustan y son muy vistos -y eso que los niños no andan por las redes sociales, tal vez por eso resuenen menos-.
Hilda has been nominated for three @AnnieAwards! Including Best Animated TV/Broadcast Production For Children!
Check out the full list of nominees here: https://t.co/Wfk05i4cre#HildaTheSeries pic.twitter.com/RYDrLEJPgR
— Hilda (@hildatheseries) December 3, 2018
Marcas como Disney o Dreamworks evocan eminentemente productos infantiles y familiares. No es el caso de Netflix, pero tal vez no tarden en cambiar las tornas.
Escena de ‘The Willoughbys’, de Kris Pearn.
Melissa Cobb
Vicepresidenta de Netflix y responsable de la programación infantil y familiar.
Disney está ultimando su propio servicio de streaming. ¿Va a ser el gran adversario a batir?
Nos alegra que cada vez se sumen más productoras a los servicios de streaming, porque cada vez más el público se adecuará a ver el contenido de esta forma y habrá más oferta, que es mejor para el consumidor. También es bueno para los creadores, que tendrán más opciones. Bienvenida sea la competencia.
¿Podría resumirme cuáles son las principales diferencias con el proceder de compañías de animación tradicionales, que usted conoce bien?
Creo que una de las diferencias es que hacemos un montón de tipos diferentes de películas, con distintos tipos de animación y diferentes rangos de presupuestos. Estamos abiertos a que cada proyecto es diferente y apoyarlo en lo que necesite. Y también apoyamos a los creadores para que trabajen de la manera que realmente prefieren. No les pedimos que trabajen en Los Angeles. Tenemos proyectos en Madrid, en Irlanda, etc. Es una aproximación muy diferente a la de un gran estudio.
¿Planean apostar por las producciones locales? ¿Es de verdad la animación universal?
Estamos totalmente comprometidos a hacer contenido local. En Madrid, Londres, Amsterdam… Nos vamos a centrar sobre todo en hacer contenido europeo y con lenguas locales. Soy optimista respecto a que en el futuro no se va a tener en cuenta si el contenido es local o global, sino en que será un contenido de calidad que se consumirá internacionalmente. Creo que eso será el pilar de los shows infantiles.
¿Puede darnos algún número?. ¿Cuántas producciones hay en marcha? ¿De qué inversión estamos hablando?
No funcionamos de esa manera. Lo que queremos es que cada sitio se dedique a buscar a los mejores creadores y, si el show es bueno, no pensamos en cifras, sino en que vamos a sacar adelante ese producto. No tenemos objetivos de cifras, intentamos crear el mejor contenido para todo el mundo.
¿Se plantean crear contenidos con youtubers? Son un tipo de creadores que tienen mucha audiencia infantil.
Nosotros trabajamos con grandes creadores. Da igual lo que hagan o el ambiente en el que se muevan, si es un buen contenido. Pero no hay ninguna estrategia centrada en colaborar con youtubers ahora.
¿Ha influido el movimiento #MeToo en su producción de contenidos?
Somos muy conscientes cuando creamos contenidos de lo importante que es tener un entorno de trabajo seguro. Aunque esa ha sido siempre nuestra máxima. Cuando contratamos gente intentamos ofrecer ese tipo de entorno seguro e impulsar un buen ambiente.
¿Sé bien qué no suelen dar datos, pero cuál diría que son actualmente los contenidos infantiles de más éxito en Netflix?
Es cierto, no nos gusta dar datos, nosotros hacemos las cosas de una manera diferente. El éxito no es solo tener una gran cantidad de gente viendo ese contenido; si tienes menos espectadores, pero están fascinados con el show, es también un éxito. Lo que realmente buscamos es que nuestra audiencia lo pase realmente bien, que tenga una gran experiencia y la comparta. Tenemos un montón de shows que están gustando a los niños. Trollhunters (una serie de Guillermo del Toro) está funcionando muy bien. También la comedia The boss baby y la preescolar, Super Monsters, de la que hemos lanzado una línea de juguetes. Pero en lo que más nos fijamos con el contenido infantil no es tanto en que sea un gran éxito como en que se lo pasen bien. Lo que queremos es trasladar lo que ofrece Netflix, de ver lo que te apetece en ese momento, a los niños. Y que los padres se sientan seguros mientras lo ven. Esa es una misión muy importante y creo que estamos consiguiendo crear muy buen contenido.
Su algoritmo es estupendo. Tienen también un control parental excelente. ¿Planean mejorarlo de alguna manera? ¿Tal vez con la posibilidad de gestionarlo en remoto?
Una de las cosas que más me maravilla de Netflix es que siempre están probando nuevas innovaciones para mejorar. También en el control parental.
¿Cómo deciden las edades recomendadas de cada producto?
Es difícil, porque en cada país tienen su forma de valorarlo. Es algo muy complejo. Tenemos mucha, mucha gente viendo los contenidos para adecuarlos a cada país y que los padres puedan estar seguros.