CARLES RULL
- Robert Redford vuelve a ponerse ante las pantallas, a sus 82 años, con ‘The Old Man and The Gun’.
- A lo largo de casi 70 años como actor ha protagonizado títulos míticos como ‘El golpe’ o ‘Memorias de África’.
Junto con los de Paul Newman son los ojos azules más reconocibles de Hollywood, los de Robert Redford. Actor, director, productor y mecenas del cine independiente que, pese a anunciar que se retiraría de la interpretación, ha vuelto ante las cámaras a sus 82 años con un thriller, The Old Man and The Gun y que se estrena en nuestras pantallas este viernes 25 de enero.
Lejos de resultar dramática, risas, aplausos y admiración es lo que despertó tanto la película como la interpretación de Redford en su presentación mundial, en el pasado Festival de Toronto. Está basada en la historia real de Forrest Tucker, un delincuente especializado en atracos a bancos y cuya vida transcurrió entre sus actividades delictivas y sus estancias forzadas en prisión. Un recorrido marcado por varias fugas: 18 con éxito y una docena sin lograrlo.
Aunque la trama se centra en su último gran golpe, habiendo llegado ya a octogenario. Forrest falleció a los 83, en 2004, y sus relatos fascinaron a Redford que se puso manos a la obra para encontrar al director ideal.
Este fue David Lowery, el tipo de cineasta capaz de destacar con un thriller rural de producción independiente como En un lugar sin ley, realizar una de fantasmas y contenido metafísico con A Ghost Story o poner en imágenes la nueva versión Disney con personajes reales en Peter y el dragón, la primera vez que trabajó con Redford.
Después de más de 70 largometrajes, The Man and The Gun podría su adiós definitivo de la interpretación. O al menos así lo volvió anunciar el pasado agosto, semanas antes del estreno de la película en Estados Unidos. De ser así, dejaría atrás una carrera que inició hace 60 años, en 1960 (antes había sido actor de teatro), debutando en breves intervenciones en series de televisión como Maverick y Perry Mason.
En esos lejanos inicios, y contra lo que podría considerarse, a Redford lo que le ofrecían no eran precisamente papeles de galán sino de villanos y personajes retorcidos. Antes, en 1957 cuando contaba 20 años y reflexionaba si seguía como actor o se dedicaba a la pintura, pasó una estancia de siete meses en una granja de Mijas, Málaga.
Sus dos primeras grandes actuaciones llegarían con La jauría humana (1966) junto a Marlon Brando, y la adaptación teatral de Descalzos por el parque (1967) haciendo pareja con Jane Fonda. Pero poco después llegaría Dos hombres y un destino (1969), coprotagonizada por Paul Newman. Había nacido una estrella y un icono cinematográfico.
También cuesta creer que entonces fuera rechazado para protagonizar películas que se convirtieron en míticas. Es el caso de El graduado (1967), y que acabaría interpretando Dustin Hoffman.
El director, Mike Nichols, atinó en que el público no creería que alguien como Redford pudiera tener problemas con las mujeres. Y estuvo en una audición para encarnar a Michael Corleone en El Padrino (1972), un personaje que acabaría bordando Al Pacino. Tampoco es de extrañar. Como dijo uno de los responsables de la famosa película de Coppola, Al Pacino tenía «aspecto más italiano que el rubio».
En contraste con El graduado, en Una proposición indecente (1993), cuando contaba con 56 años, los espectadores tampoco acabaron de entender que el personaje de Demi Moore, una joven mujer casada, llegara ni tan siquiera plantearse no tener una aventura con el personaje de Redford, además millonario y ofreciéndole un millón de de dólares por pasar una noche con él.
Prototipo de norteamericano perfecto y abanderado del cine independiente, como impulsor del Festival de Sundance, Redford ha mantenido una trayectoria de sueños cumplidos en la que ha encarnado a políticos, El candidato (1972); millonarios, El gran Gatsby (1973); presidiarios y también alcaides, en Brubaker (1980) o fenómenos del béisbol, El mejor (1984).
Naturalmente también intrigas con fuertes componentes románticos como Peligrosamente juntos (1986) o Habana (1990), e incluso recordando sus inicios, a algún villano más, como a uno de los líderes, y traidores, de la agencia de espionaje S.H.I.E.L.D. en Capitán América: El soldado de invierno (2014).
Como actor solo ha sido nominado una vez al Óscar, por El golpe (1973). En cambio, en su faceta de director sí que logró la estatuilla por el drama familiar Gente corriente (1980). También dirigió a Brad Pitt, entonces con 29 años y considerado su sucesor, en El río de la vida (1992).
Y aunque haya trabajado junto a actrices como Michelle Pfeiffer, Jane Fonda, Meryl Streep, Barbra Streisand, Glenn Close, Kim Basinger, Mia farrow, Faye Dunaway o Sissy Spacek (en The Old Man and The Gun), hay quien siempre ha dicho que fue precisamente Paul Newman su mejor pareja en la gran pantalla.
Ladrón, caradura, aventurero, periodista o seductor
Dos hombres y un destino (1969) y El golpe (1973)
Pistolero y ladrón, fue Sundance Kid (personaje que daría nombre al festival de cine independiente) en el legendario wéstern que protagonizó con Paul Newman, unos bribones pero simpáticos que actuaban sin matar a nadie en el viejo Oeste.
Una pareja similar, de pícaros y caraduras, encarnaron en la oscarizada El golpe, ambientada a mediados de los años 30, en la que Redford era Johnny Hooker, un timador de baja estofa dispuesto a montar una gran estafa por venganza.
Descalzos por el parque (1967) y Tal como éramos (1973)
En la primera, Paul y Corie era una joven pareja que de la pasión de los primeros días pasaba al choque de caracteres opuestos y la crisis matrimonial. Su pareja fue Jane Fonda (juntos protagonizaron una especie de secuela, 50 años después, con Nosotros en la noche. Una producción de Netflix).
En la segunda interpretó a Hubbell, un joven carismático y seductor, y el principal obstáculo de su relación con Katie (Barbra Streisand) es que ella se debatía entre su amor o decantarse por los ideales políticos y activistas.
Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972)
También acérrimo defensor de la preservación del medio ambiente, uno de sus personajes favoritos es el de este veterano soldado norteamericano de la Guerra con México, a mediados del siglo XIX.
Hastiado de la civilización, Jeremiah Johnson decide ir a las montañas, en territorio dominado por los indios Crow, y vivir de manera solitaria como explorador y trampero. Un cierto mensaje ecologista que también estaba en el anunciado de Peter y el dragón.
Todos los hombres del presidente (1976)
Interpretó a Bob Woodward, uno de los dos periodistas de The Washington Post que investigaron y difundieron el escándalo de las escuchas ilegales, el Caso Watergate, que culminaría con la dimisión del presidente Richard Nixon.
Su coprotagonista fue Dustin Hoffman, como Carl Bernstein, y la película está considera uno de los baluartes del cine periodístico y sobre la libertad de prensa.
Memorias de África (1985)
Encarnó al cazador y aventurero británico Denys Finch Catton, un hombre que no deseaba estar sujeto a ningún lugar ni persona, ganándose el corazón de la baronesa y escritora danesa Karen Blixen (Isak Dinesen de pseudónimo literario) durante su estancia en Kenia. La interpretó Meryl Streep.
«Denys me había dado una brújula, para seguir el rumbo, dijo, pero mas tarde comprendí que navegábamos con rumbos distintos. Quizás él sabía, aunque yo no, que la tierra fue creada redonda para que no podamos ver el final del camino», escribiría Karen en sus memorias.
(Imágenes texto, de arriba a abajo: ‘The Old Man and The Gun’ ®Vértigo Films, ‘Una proposición indecente’ ®Paramount, ‘Dos hombres y un destino’ ®Fox, ‘Tal como éramos’ ®Paramount, ‘Las aventuras de Jeremiah Johnson’ ®Warner Bros, ‘Todos los hombres del presidente’ ®Warner Bros y ‘Memorias de África’ ®Universal)