ISRA ÁLVAREZ
- El cine inmersivo permite al espectador pasear por una recreación del filme e interactuar con escenarios y actores.
Algunas películas tienen una historia tan envolvente que es incluso posible sumergirse en ellas, abstraerse y meterse tanto en el film que sea como estar dentro. Pues eso ha dejado de ser una metáfora gracias al cine inmersivo y en concreto a la iniciativa Desafío Total, que ha recreado el mundo de la conocida película de Arnold Schwarzenegger, que pronto cumplirá 30 años.
Los creadores de Cine Inmersivo: Desafío Total aseguran que es una nueva forma de entretenimiento en la que se mezclan el cine, el teatro y la «performance». Y es que durante cuatro horas y media el usuario puede caminar por escenarios de la película, vivir experiencias como las de sus protagonistas y ver el filme mientras actores profesionales y efectos especiales recrean la historia e interactúan con los visitantes.
Pero la experiencia comienza días antes de acudir al lugar del evento, un local de 2.000 metros cuadrados cuya localización (en Madrid y de fácil acceso y comunicación) es secreta y no se revela hasta el momento adecuado.
Al comprar la entrada (desde 35,45 euros), el visitante recibe unos códigos para una experiencia digital previa al evento. Se obtiene un visado a Marte y se le hace un cuestionario de acceso al planeta rojo. Se pueden pedir visados de bussines, turista, en busca de trabajo… y se le asigna al usuario un personaje, con una biografía y una historia personal.
Más adelante se desbloquea un código de vestimenta, para que la gente que quiera (es opcional) pueda orientarse y vestirse con un «rollo ochentero», de forma que todo el mundo se camufle en las escenas y así sea difícil distinguir al visitante de los 30 actores y 20 personas de producción que trabajan en el espectáculo inmersivo.
Una vez en el lugar se puede tomar una copa en la taberna mientras están ocurriendo acciones de la película, por lo que se pueden presenciar peleas, persecuciones, raptos… o pasear por los escenarios marcianos y futuristas más importantes del film. Se han construido y recreado ex profeso decorados, atrezzo y tecnología de la película.
Días antes del evento al usuario le llega una propuesta de misión que los propios visitantes deberán cumplir durante su estancia. Encargos que podrían dar acceso a partes y salas privadas y secretas, reservadas sólo a quienes cumplan con su misión.
Así, por ejemplo, quizá no todo el mundo llegue a ver a Quato, el líder de los rebeldes de Marte. Lo que está claro es que se tendrá que decidir si se quiere apoyar a los rebeldes o luchar contra ellos . De esta manera, si se repite la experiencia se pueden vivir historias diferentes.
En una segunda parte del evento, las dos últimas horas, todos los espectadores, hasta 400 por sesión, se encaminan a El último suspiro, la famosa taberna de la película, donde todo el mundo se reúne y se proyecta Desafío Total, con la representación simultánea de algunas escenas.
Los pases comienzan, en sesiones de viernes, sábado y domingo (ampliables), el 19 de octubre y ya se han vendido más de 3.000 entradas.
El cine inmersivo es la nueva versión del séptimo arte que arrasa en Reino unido, donde lleva haciéndose desde hace más de una década, con 150.000 espectadores al año. A España lo ha traído la start-up española Fever, una empresa participada por Atresmedia.