Tras un periodo de reflexión, el príncipe Harry y Meghan Markle decidieron “dar paso atrás como miembros mayores de la familia real, sin de dejar de apoyar plenamente a su majestad la reina”.
Además, los Duques de Sussex decidieron que pasarán su tiempo entre Reino Unido y Estados Unidos, logrando que puedan balancear la educación del pequeño Archie y esté familiarizado con la tradición de la realeza, además de darles el espacio para trabajar en su nueva “entidad caritativa”.