A sus 28 años, Belinda decidió que era un buen momento para vivir por primera vez la experiencia de usar lentes de contacto, así lo compartió a través de sus historia de Instagram.
La cantante que nunca había usado este tipo de lente no pudo soportar más de dos horas para que se deshiciera del aparentemente inofensivo lente, sin embargo, como no pudo ella sola, desesperada recurrió a su asistente.
Aquí el gracioso momento: