Afrontar las situaciones difíciles por las que atravesamos requiere muy a menudo de ayuda. 20minutos pone en marcha cada semana un consultorio psicológico con el fin de ayudar a resolver las dudas que plantean los lectores. Aquí tienes las respuestas de esta semana que ha dado al consultorio nuestra experta, Mª Jesús Álava Reyes.Hace 9 meses tuve un bebé con mi pareja. Me he volcado en su cuidado yo sola porque no tengo quien me apoye. Desde el día que volví del hospital me he sentido presionada por mi pareja para tener relaciones sexuales. No entendía un no por respuesta y terminé de ceder y aunque me dolía no paró. No descanso porque estoy 24 horas por mi bebé y cada vez me siento más presionada por él. Intento hablar, dice que lo entiende. Y se enfada. No tengo ni un minuto para mí. Y cuando no me apetece porque ya me siento muy presionada y necesito descanso se pone a decir comentarios agresivos y rompe cosas. Después me empieza a pedir disculpas «llorando» y al segundo se le pasa y vuelta a empezar.Tu pareja tiene muchos rasgos que configuran el perfil de un hombre inmaduro, egoísta, manipulador, agresivo, con mucho desequilibrio emocional que establece relaciones enfermizas. No tienes que tener relaciones si tú no quieres, es poco humano que haya pretendido tenerlas nada más volver del hospital; está claro que no piensa en ti y que no es capaz de controlar sus pulsiones sexuales. Tu pareja necesitaría tratamiento psicológico para ayudarle a tener conductas maduras y establecer una relación de respeto en la pareja. Seguramente rechazará el tratamiento psicológico pero tú necesitas ese apoyo profesional para coger fuerza, ser dueña de tus emociones, ganar en seguridad y confianza en ti y poner los límites muy claros a tu pareja. El pronóstico no es halagüeño ni el caso sencillo. No dejes de pedir ese tratamiento y ayuda psicológica para ti.La situación que vivo con mi hijo me desborda y me afecta. Tiene 15 años y diagnóstico de TDA. Parto de la base que le cuesta mucho estudiar (no sé si es porque no termina de asimilarlo o bien por falta de interés). Cada día estoy detrás de él, haz deberes, mira la agenda, ponte a estudiar para el examen… Se enfada mucho (hay veces que incluso me alza la voz). Está castigado sin jugar (ordenador, consola…). Parece que así los deberes los va haciendo a su ritmo (siempre costándole hacer un poco más). Cuando llegan los exámenes todo va a peor. No sé cómo manejar el asunto. Lo paso muy mal.Sin duda es una situación complicada. Comentas que tiene trastorno por déficit de atención pero no especificas si está siguiendo algún tipo de tratamiento (farmacológico, psicológico, psicopedagógico…) Lo que está claro es que la convivencia es complicada y él, probablemente, es el primero en estar harto de esta situación. Convendría que él tuviese apoyo psicopedagógico; hay que entrenarle para que pueda tener una buena metodología de estudio, que compense su TDA y que le permita obtener mejores resultados en su día a día y en los exámenes. Quitarle la consola, el ordenador… puede ser apropiado, pero siempre y cuando los pueda recuperar en base a su conducta y al rendimiento en los estudios. Él tiene que sentir alguna recompensa ante su trabajo. En definitiva, necesitáis ayuda profesional.Estoy pasando por momentos muy malos actualmente. Tengo problemas emocionales, anímicos. Me siento sola y rechazada. Siento culpa cuando alguien me deja de hablar o tiene una actitud diferente conmigo, pienso que yo habré hecho algo que le haya disgustado. Ya no sé cómo seguir. Lastimosamente, no puedo acceder a un profesional de la salud mental. Siento que estoy en un callejón sin salida. A los demás siempre les digo «estoy bien», pero internamente me estoy consumiendo.Conviene trabajar tu autoestima, tu confianza y tus habilidades de comunicación y relación. Es importante que tu bienestar emocional no dependa de la actuación de los demás. Para ello resulta crucial que entrenes tu asertividad, que puedas decir de la forma adecuada y en el momento oportuno lo que piensas, que no te afecten las críticas… Si puedes hacer algún taller de Asertividad o Comunicación (a través del ayuntamiento, los servicios sociales…) te vendrá muy bien. De todas formas, en el libro ‘Emociones que hieren’ se detalla cómo conseguir mejorar nuestra confianza, cómo desactivar tensiones, cómo ganar en seguridad… Ya verás cómo puedes superar ese sentimiento de soledad.Soy una enfermera de 49 años con un matrimonio de 25 años, dos hijas y un nieto. Me siento sola ya que sé que mi pareja tiene una relación con otra persona hace bastante tiempo pero dice que cómo se va por sus hijos y a mí me da temor irme, dejar a Ias hijas, ya que la menor tiene 20 años, es estudiante y tiene un niño de 3, y la mayor se acaba de graduar y depende totalmente de nosotros. Mi situación económica es complicada. Mis hijas me echan la culpa de la situación. Me siento sola, ignorada, anulada como mujer, y como profesional no sé qué hacer.Es importante que con su comportamiento demuestre a su pareja y a sus hijas que no va a tolerar más tiempo esta situación. No se sienta culpable de lo que no es responsable. ¿Por qué tiene que irse usted de casa si es él quien tiene otra relación fuera? Convendría que se asesorase legalmente de sus derechos para proceder en consecuencia. En relación a sus hijas, no se deje manipular. Ellas no tienen derecho a culparla a usted por haber tenido que trabajar tanto. Pero antes de tomar ninguna decisión, conviene que haga terapia psicológica para que pueda ver con claridad cómo actuar y consiga mejorar su autoestima y actuar con seguridad. Una buena ayuda podría ser el libro ‘Las 3 claves de la felicidad’.Tengo 45 años. Después de varias operaciones me han inhabilitado para mí puesto de trabajo. Siempre he sido una persona muy activa, me gustaba mi trabajo. Ahora no me relaciono apenas con nadie. La lesión y donde vivo me hace depender de mi marido para algunas cosas. Intento mantenerme activa mentalmente. Siempre he sido muy miedosa y con ansiedad, que con esta situación se han agravado. Me preocupa no adaptarme o que mentalmente pierda facultades.Sin duda demuestra ser una persona sensible que merece mucha ayuda. Pida a su médico de atención primaria que la vea el psicólogo para que la pueda orientar y facilitarle el entrenamiento preciso para afrontar sus actuales circunstancias. Hay muchos ejercicios que nos ayudan a mantener la mente activa. Para combatir la ansiedad y sus miedos, le vendrán muy bien algunas técnicas como la confrontación y parada de pensamientos o las autoinstrucciones.Cuando tenía a penas 5 años un hombre abuso de mí. Nadie lo supo debido a que él me amenazó con hacerle daño a mi familia. He vivido con eso toda mi vida y me ha traído consecuencias no agradables, tengo 30 años y no he logrado borrar ese dolor.Arrastrar esa experiencia tan traumática, sin ningún tipo de ayuda, es durísimo e injusto. Tiene 30 años, no dude en pedir terapia para afrontar y poder superar los efectos tan negativos de aquellas vivencias. La psicología es una ayuda inestimable en estos casos. Pronto empezará a ver sus efectos y cómo, por fin, puede vivir su presente sin estar condicionada por su experiencia pasada.Me llamo José. Tengo 28 años y desde los 15 tengo fobia social. Tengo una carrera que no he podido ejercer debido a este problema, no tengo trabajo, pero ayudo a mi familia con el negocio de mis padres. Me siento desesperado porque ya estoy harto de sufrir con esto, siento mucha envidia de la gente que va como si nada y hace sus cosas, mientras yo sufro como un condenado la ansiedad y el nerviosismo. Es preferible morir de pie que vivir de rodillas.En las consultas de psicología vemos constantemente casos de fobia social. El tratamiento es muy eficaz. No tiene sentido que condiciones tu vida por un tema que se puede solucionar. Si tuvieras un brazo roto no dudarías en ir al médico; si tienes fobia social necesitas de forma inmediata la ayuda de un psicólogo experto. En ‘La Inutilidad del sufrimiento’ y ‘Emociones que hieren’ se detalla cómo puedes superar esos miedos que tanto te atenazan.Mi historia se remonta a hace 13 años, cuando conocí a mi marido. Desde entonces mi vida cambió, me llené de deudas por ayudarle; aguanté su infidelidad, le gusta beber, tiene una forma de pensar muy diferente a la mía, es machista, no me valora, hemos roto muchas veces y le he perdonado. Ahora tenemos un hijo de 4 años y veo cómo lo malcría, se porta mal cuando está él o los abuelos paternos. En casa siempre hay peleas y discusiones, decidí separarme, ya llevo un mes separada pero él me pide volver, que lo perdone, que va a cambiar, por mí y por nuestro hijo. Me siento angustiada, con depresión, me da mucha pena que mi pequeño crezca sin su padre, él dice que pidamos ayuda de pareja. No sé qué hacer, si creer que verdaderamente va a cambiar o es mejor dejarlo de una vez.Los antecedentes de su marido no son esperanzadores. Los niños aprenden por modelo, y no parece que su marido sea el padre maduro y equilibrado que su pequeño precisaría. Si ya tomó la decisión de momento no se vuelva atrás. Si él quiere hacer terapia, muy bien, pero primero que empiece él; que trabaje su autocontrol, su madurez en las relaciones, sus actitudes machistas, el problema de la bebida…, y solo cuando eso parezca estar resuelto, entonces usted podría ir a realizar la terapia de pareja que él pide y valorar si los resultados son satisfactorios y el psicólogo ve que su relación tiene futuro, la opción de una vuelta. Pero ahora no es el momento de volver; él tiene que demostrar con hechos, no con palabras, que puede ser un buen padre y un buen marido.Hola tengo 24 años, no tengo amigos y lo cierto es que siempre me siento bastante sola, soy una persona a la que le gusta siempre estar en compañía y hablar. Y como no tengo con quién, pues he empezado a hablar sola, no es algo que decida hacer conscientemente. Cada vez lo hago de forma más habitual, incluso he empezado a hacerlo por la calle… Sé que es raro y la gente puede pensar que estoy loca, yo cuando veo a alguien hablando solo por la calle es lo primero que pienso. Necesito algún consejo… saber si es normal hablar solo y si puede empeorar.Necesitas ayuda psicológica, superar este hábito que has ido cogiendo y, de paso, poder estar bien contigo misma y no depender de tener compañía de forma constante. Hablar sola no es la solución, y si dejas este tema sin tratar nada nos indica que por si mismo vaya a parar. En definitiva, ya verás cómo con ayuda psicológica lo superas en poco tiempo y ganas en independencia y autonomía. Necesitas autocontrol emocional.Llevo teniendo problemas con mi familia política desde hace varios años. La relación suegra-nuera es prácticamente nula, a pesar de que desde el principio he intentado llevarme lo mejor posible con ella, primero por mi marido, y segundo, por mí misma, pero todo ha sido en vano. Por lo general, suelo escuchar activamente en las conversaciones; no me gusta provocar problemas y enfrentamientos hacia los demás; no se me da mal empatizar; intento ayudar en lo que puedo y sepa a los que me rodean… Sin embargo, mi suegra es una persona difícil, maleducada e irrespetuosa. Es complicado mantener una conversación con ella porque es de las personas que te cambia de tema constantemente (salvo que sea un tema iniciado por ella y/o sea ella la que hable. Incluso se va dejándote con la palabra en la boca. No deja hablar, y si lo hace es tirando pullas). Desde hace 10 años que conozco a mi marido, he de decir que ella no me conoce porque no se ha interesado por mi vida, no he podido mantener ni una sola conversación con mi suegra que no fuera de algo de ella misma, y actualmente he desistido de dialogar con ella sobre cualquier tema porque no me va a respetar. Puesto que se acercan las fiestas navideñas, y tanto mi marido como yo estamos hartos y nos vemos incapaces de resolver esta situación por las buenas, ¿qué podríamos hacer para, por lo menos, tener tranquilidad en el hogar, pudiendo criar a nuestro hijo sin discusiones debido a la mala relación con ella?Una persona como tu suegra no se va a plantear cambiar; al contrario, seguirá intentando manipular todo lo que pueda en su entorno. Os ha demostrado sobradamente que no respeta vuestras decisiones y se ha aprovechado de que no habéis actuado de forma clara y eficaz (si le decís que no vuelva a vuestra casa, el día que vuelve porque ella quiere no se actúa como si no pasara nada, sino que se actúa en consecuencia). ¿Qué hacéis en navidades? Plantearos si os merecen la pena las comidas o cenas con ella. La tradición a veces pesa mucho, pero no tiene sentido pasarlo mal, si ella no va a seguir unas normas mínimas de respeto. Por otra parte, ella no tiene ninguna competencia para inmiscuirse en la educación de vuestro hijo, por lo que cuanto menos vea a la abuela, mucho mejor. Si piensas que ella de nuevo manipulará la situación y no os sentís fuertes para afrontar con asertividad este tema, pedid ayuda profesional. Los psicólogos nos pasamos gran parte del mes de diciembre encauzando y dando solución a estos temas.