MAGDALENA TSANIS (EFE)
- El director, de 83 años, recogió el premio durante la fiesta de los nominados de este año.
Entre quinielas de favoritos y algún ensayo de discurso para el día de los Goya, Narciso (Chicho) Ibáñez Serrador fue el gran protagonista de la fiesta de nominados celebrada este lunes en el Teatro Real y en la que recogió su Goya de Honor de manos del presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso.
Referente de toda una generación de cineastas por su contribución al cine de género, el director de títulos de culto como ¿Quien puede matar a un niño? y La residencia fue el último en desfilar por la alfombra roja, en silla de ruedas y en un delicado estado de salud, a sus 83 años de edad.
«Siempre me negué al título de maestro, me parecía excesivo», dijo, en declaraciones a los periodistas, flanqueado por sus hijos, aunque admitió que «es muy emocionante que piensen que lo que has hecho sirvió de escalón a otros».
Entre esos otros estaba Juan Antonio Bayona, el director español más internacional en la actualidad, que el año pasado dio el salto a la primera división de Hollywood con Jurassic World: el reino caído, y que está preparando un vídeo homenaje a Ibáñez Serrador que se estrenará la noche de la gala, el próximo 2 de febrero, en Sevilla.
«Me hace mucha ilusión, este señor me traumatizó cuando era un niño y me fue muy bien, así que voy a devolverle el favor», señaló Bayona, quien resaltí también que, a pesar de que Ibáñez Serrador solo dirigió dos películas para el cine, su filmografía televisiva, que incluye títulos como La culpa, El último reloj o Historias de la frivolidad, es «puro cine».
«Una idea nueva cada quince segundos»
El popular creador del concurso televisivo 1,2,3 también cuenta con admiradores inesperados entre los nominados a esta 33 edición de los Premios Goya, como Javier Fesser, director de Campeones, una de las favoritas, que lo considera «un maestro para los que no hemos ido a la escuela de cine».
O Isaki Lacuesta, que aspira a mejor película y mejor dirección por Entre dos aguas, con la que ganó la Concha de Oro en el pasado Festival de San Sebastián. «Crecimos con Chicho, rodeados de él por todos lados, estaba en lo más comercial y en lo más underground, lo abarcaba todo, y lo sorprendente es que no nos dábamos cuenta, nos parecía que lo normal era eso», destacó Lacuesta.
«En el 1,2,3 —añadió— lanzaba una idea nueva cada quince segundos, y eso no se ha vuelto a reproducir, lo que dábamos por normal era excepcional, asombroso».
Quinielas en la alfombra roja
Por la alfombra roja, antes de entrar en la fiesta (a puerta cerrada) desfilaron también Susi Sánchez, Najwa Nimri o Lola Dueñas que compiten, junto a Penélope Cruz, por el Goya a mejor actriz protagonista, y las aspirantes al Goya a mejor actriz de reparto: Anna Castillo, Natalia Molina, Carolina Yuste y Ana Wagener.
De los actores protagonistas solo asistieron José Coronado, nominado por Tu hijo, una película «compleja», admitió, y en la que «cuesta entrar» pero de la que se siente tremendamente orgulloso porque «a todo el que la ha visto, le llega».
Los primeros en lanzarse a hacer quinielas han sido Borja Cobeaga y Diego San José, que optan al Goya al mejor guion adaptado por Superlópez, pero están convencidos de que se lo va a llevar Paul Laverty por Yuli.
«Cada vez que pierdo un Goya, que esta sería la cuarta, acierto quien me lo gana», dijo Cobeaga, que apuesta por Campeones como mejor película, Javier Fesser como mejor director, y «ya puestos», Lola Dueñas como mejor actriz (Viaje al cuarto de una madre) y Antonio de la Torre como mejor actor protagonista (El reino).
La directora Arantxa Echevarría, con 8 nominaciones por su opera prima Carmen y Lola, espera subir al escenario a recoger alguno porque ya ha ensayado su discurso de agradecimiento. «Si gano algún Goya quiero dedicarlo a Vox y a sus seguidores, para ver si se animan a ver mi película, una película de gitanas, bolleras y mujeres, quizá les de un cortocircuito cerebral y se replanteen algo», declaró.