EUROPA PRESS
- Su nueva obra se considera una secuela de ‘Amanece que no es poco’.
- El humor absurdo retrata a la no menos absurda sociedad actual.
El director de cine José Luis Cuerda regresa a la dirección con Tiempo después, una película -cuyo estreno será el próximo 28 de diciembre- que podría entenderse como una secuela de Amanece que no es poco y que usa su característico humor surrealista para poner el foco en las diferencias sociales de clase.
«No soy historiador ni sociólogo y, para opinar con poco rigor, casi que prefiero no opinar. Pero si uno mira la cifra de cuántos españoles acumulan capital, es escandaloso. Han tenido la desfachatez de llamar libre al mercado, pero de libre nada: el mercado es esclavo de muy pocos señores», ha señalado en una entrevista el cineasta.
Para Cuerda, se ha hecho «un embudo en el que se atascan muchas cosas» y, a través de ese «agujero pequeño, unos pocos se hacen con mucho«. «El poder económico y político se abre a ese tipo de gatera, que se olvida de la miseria como poco y, a veces, la fomenta en provecho propio», ha lamentado.
En cualquier caso, Cuerda ha ironizado asegurando que no se va a meter más en este tema porque es alguien «de Albacete capital, a mucha honra«, y está «metiendo bastante rollo». Arturo Valls, quien también participa en el reparto, le ha secundado resaltando que «todos los genios tienen un punto descreído» y, en el caso del cineasta, «está viendo una realidad triste y casi nihilista«.
Valls es productor de la película junto a Felix Tusell -cuyo padre financió la primera cinta de Cuerda- y ha recordado «lo que cuesta levantar una película como ésta». «Hay facilidades para películas comerciales con el objetivo de entretener y hacer taquilla, pero para una con un poquito más de discurso y que anime al pensamiento, es mucho más difícil», ha aseverado.
Tiempo después se sitúa en el año 9177 -mil años arriba, mil años abajo- con una sociedad dividida entre aquellos que viven en un Edificio Representativo lleno de trabas burocráticas pero con distintas comodidades y el proletariado que lee a Marx y pasa penurias económicas. Una prohibición a un vendedor de zumos conllevará un levantamiento social.
En el reparto han participado numerosas caras conocidas del cine español, desde Blanca Suárez hasta Roberto Álamo, pasando por Andreu Buenafuente, Berto Romero e incluso papeles sorprendentes como el del periodista y escritor Martín Caparrós. «Soy el mismo director y guionista (que hace 30 años, con Amanece que no es poco) y eso se nota», ha señalado Cuerda.
El cineasta cree que en esta película «monumental y ciclópea» ha trabajado «con el mejor equipo» y «encima hay unos tíos que vuelan: qué más se puede pedir». Preguntado sobre su futuro, ha reconocido que espera «ir de paseo todos los días a ver edificios bonitos». Y en cuanto al reconocimiento tanto de la gente como del sector del cine, se ha mostrado agradecido. «Soy un llorón y un sentimental de narices, no hay día que no se me salten las lágrimas por lo que sea», ha añadido.
El actor Carlos Areces, quien participa en la película como conserje del Edificio Representativo, ha puesto en valor la obra de Cuerda, quien «sin ser consciente de ello, hizo lo más parecido a los Monty Python que ha habido en España«. «‘Amanece que no es poco’ fue una pedrada total y absoluta que disfruté muchísimo y que con el tiempo mejora: todo lo que toca Cuerda es universal«, ha destacado.
Para Berto Romero, el humor no ha cambiado tanto si se echa la vista atrás esos 30 años. «Humor hay de muchos tipos, y yo me rebelo contra los que son derrotistas con el momento actual y piensan que ya no se hace lo de antes: sí se siguen haciendo comedias como antes, solo que con las de hace unos años solo se recuerda lo que gusta», ha concluido.