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Valérie Theoret, una mujer de 37 años, y su hija Adele, de 10 meses, murieron el pasado lunes cuando un oso grizzly las atacó cerca del lago Einarson, en el territorio canadiense de Yukón, informa El País.
Los cuerpos fueron hallados por la pareja de la mujer y madre del bebé. La familia se había instalado en una cabaña de la zona en el mes de octubre para pasar tres meses, durante el permiso de maternidad de la mujer, que era maestra de primaria. Mientras, el padre de familia se dedicaba a poner trampas para cazar animales y vender sus pieles.
El pasado lunes, el padre de familia volvía a la cabaña tras revisar unas trampas y fue atacado por el oso, al que abatió a tiros. Corrió hacia la cabaña temiendo lo peor y sus miedos se confirmaron: el plantígrado había matado a su mujer y a su hija.
Ahora, expertos medioambientales y la Policía Montada están investigando los hechos para dirimir por qué el animal atacó a la mujer y a su hija. Se baraja que el oso estuviera herido o enfermo.